sábado, 5 de abril de 2014

Guadalupe Victoria







G U A D A L U P E   V I C T O R I A .
SEMBLANZA.- Político y general mexicano, nace en 1786 y muere en 1843. Su verdadero nombre, Manuel Félix Fernández, Nace en Tamazula, Durango y Muere en Perote, Veracruz.
Se alisto en el ejército independiente en 1811, luchando en Oaxaca en 1812 y en Veracruz, provincia que gobernó de 1814 a 1817.
Iturbide lo mantuvo retirado de la política, pero al proclamarse la República en 1822, fe electo presidente de la República.
Organizó la economía, creó la marina mercante, estableció relaciones diplomáticas con otros países y abolió la esclavitud. En 1839 se retiró a la vida privada.
Generalmente usamos el seudónimo Guadalupe Victoria, para nombrar a Miguel Fernández Félix, según el Diccionario Enciclopédico Universo, Tomo 12; o Manuel Félix Fernández según el Diccionario Enciclopédico SALVAT Tomo 12.
Se establece confusión También sobre el lugar de su nacimiento, que se señala en Durango.
Para conocer otra opinión transcribo un párrafo de México a Través de los Siglos, Tomo III 1968, Que dice.
La segunda mitad del año 1911 se llenó de partidas armadas, al frente de las cuales se puso don Félix Fernández, oriundo de Sonora que acababa de hacer sus estudios de jurisprudencia el Colegio de San Ildefonso de México y que había de hacerse famoso en la historia de México, con el nombre de Guadalupe Victoria.“
Hubo un momento en que parecía sofocada la Revolución de independencia. Mier y Terán, Victoria, Rayón, Bravo y Guerrero, sostenían la lucha que todos creían próxima a extinguirse.
Reunidos en el cuartel general 5,000 hombres, rodeado Morelos de Matamoros, los Galeana, Miguel y Víctor Bravo, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Manuel Mier y Terán, a quien nombró Comandante General de Artillería y salió de Tehuacán el 10 de noviembre hacia Oaxaca; en tanto Izúcar y Tehuacán, abandonados fueron ocupados por los realistas.
Catorce días  tardaron para llegar al valle de Etla, a penas tomada la villa, el 24 de noviembre Morelos intimó rendición a Saravia.
La angustia se apoderó de los habitantes de la ciudad. El obispo Bergosa y Jordán, salió oculto del convento llevándose a su familia y sus caudales.
Antes de las 10 de la mañana del 25, las columnas de Morelos emprendieron el ataque; tras dura lucha los parapetos fueron cayendo.
Uno de los últimos en caer fue el del Juego de Pelota; atacó el coronel Guadalupe Victoria, quien lanzó su espada hasta donde se hallaban los realistas, gritando ! Va mi espada en prendas, voy por ella ¡ Se arrojo al foso que defendía la posición y pasando a nado llegó al pie del parapeto seguido de sus soldados y momentos después se hacían dueños de la fortificación. González Saravia fue hecho prisionero cuando huía a pie por el camino de Tehuantepec.
Al inicio de 1815, victoria era dueño de la carretera que unía Veracruz y Jalapa, fortificado en el Puente del Rey, estorbaba el paso de las tropas realistas y los convoyes cotidianos, algunos custodiados por Aguila, quien hizo intentos frecuentes para forzar las posiciones de Victoria y fue rechazado en varias acciones entre enero y abril.
Se retira Rayón a Zacatlán, Rosains quedó al mando de Veracruz, pero muchos de los comandantes que alzaban las banderas de la Revolución no estaban dispuestos a sujetarse a su autoridad, entre ellos sobresalía José Antonio Martínez. Rosains lo hizo matar, afirmando que murió por su actitud hostil, suceso que tuvo efecto en  mayo.
Para el 22 de junio Victoria desbarataba un gran convoy que iba de Jalapa a Veracruz; estos y otros triunfos de Victoria determinaron que los comerciantes veracruzanos pagaran las pensiones que estableció Rosains.
Informado Rosains que Victoria y otros jefes de la provincia de Veracruz desconocían su autoridad, se dirigió a castigarlos. Salió de Cerro Colorado en dirección a Huatusco y lo hallo abandonado y el 27 de julio marcho rumbo a San Juan Coscomatepec. Al llegar a la Barranca de Jamapa se detuvo, pues al otro lado se encontraban Corral y Montiel atrincherados.
Se efectuó una conferencia en la que Terán trató de aniquilar a Rosains. Terán el 20 de agosto de 1815 se alzó con el mando y aprendió a Rosains, su antiguo jefe. Cargado de Grillos fue conducido a Huatusco y enregado a Guadalupe Victoria, quien se negó a guardarle, por lo que se lo llevaron a Zacatlán.
Rosains logró escapar cerca de Calco, se acogió a la casa  del cura de Ixtapalapa y desde allí escribió al Arzobispo Fonte en solicitud de indulto, que le fue concedido el 14 de octubre.
Fijo su residencia en Puebla y vivió hasta un año después de consumada la independencia.
Poco antes de la caída de Rosains, Victoria aumentaba su renombre combatiendo en su posición favorita,  el Puente del Rey.
La posteridad no ha admitido atenuante al proscribir a Rosains y la patria no lo cuenta tampoco entre sus ilustres defensores.
La terminación de la Guerra con Francia, permitió a Fernando VII, enviar a las colonias americanas un número considerable de tropas.
 Al mando del general Pablo Morillo, envió 10,000 hombres al Virreinato de San José Bogotá.
Preparó otro numeroso ejercito, que más tarde habría de dirigirse a Buenos Aires.
Pidieron los comerciantes que las tropas de 2 000 hombres que debía embarcar para Panamá, a las órdenes del brigadier Fernando Miyares y Mancebo, se destinaran a la pacificación de la Nueva España y lo obtuvieron; llegó la expedición a Veracruz el 18 de julio de 1815.
Lo primero que hizo Miyares fue alejar de la costa malsana a la tropa, conduciéndola a Jalapa. Estudió el terreno y propuso a Calleja un plan para abrir al tráfico la carretera nacional y el camino Veracruz Puebla, pasando por  Córdoba y Orizaba.
Calleja no solo aceptó, sino que puso bajo se mando,  la administración militar que comprendía Jalapa, Perote, Orizaba y Córdoba, que se nominó Comandancia General de los Valles.
El 20 de julio Miyares dispuso el traslado de los equipajes de sus tropas.
Victoria mando reforzar las defensas del Puente del Rey. Miyares llegó el 24 ante los frentes de los independientes y ordenó el ataque; Victoria que lo defendía se retiró a Nautla. Lo siguió Armiñán acompañado del coronel Marques Donayo, durante muchos días Victoria sostuvo reñidos encuentros con las tropas de aquellos, que abandonaron la persecución a mediados de marzo.
Victoria acampó en Alto del Tisar no lejos de Misantla. Estos descalabros desalentaron a los independientes de la provincia de Veracruz, acogiéndose algunos al indulto y otros como José Santos Castañeda, que suplicaba  al virrey “ que reciba benignamente mis votos y que me conceda su superior licencia para dirigirme en primera ocasión hasta los pies del trono de mi ofendido rey, la más sumisa representación que pueda hacerle “
Con más decoro se acogió al indulto don Carlos María de Bustamante, que el 8 de marzo se presentó al comandante del Plan del Río. De allí se fue a Veracruz y fue preso al abordar el bergantín Baer y  en Ulúa, tratado con gran rigor que se suavizó en corto tiempo.     El Insurgente don Manuel Nuñez se había presentado en Pátzcuaro.
Llegó a Tehuacán en  mayo de 1816, don Guillermo Davis Ribersón que se  acercaba a Terán para venderle 4000 fusiles; Convino en ello Victoria dejando pasar los fusiles por Boquilla de  Piedra, mediante un derecho de tránsito.
Tomado el fuerte de las Palmillas. Hevia ordenó buscar a Victoria cuyo paradero se ignoraba; asolaban las comarcas que iban recorriendo.
Volvió a tomar las armas el comandante Vargas que se había acogido al indulto en 1817, se empeñó en fuertes combates con el coronel Rincón, hasta que fue muerto por alguno de sus compañeros.
La revolución se había propagado por  la provincia de Veracruz, en la zona que rodea aquel puerto se levantaron en armas los habitantes a la voz de Guadalupe Victoria, quien después de vivir errante por los bosques durante dos años apareció por el rumbo de Santa Fe y el 20 de abril de 1821, dirigió una proclama a los costeños en la que invitaba  a la unión y la constancia, para poner punto final a la Independencia.
Cayeron en poder de los independientes el puerto de Boquillas de Piedra, el fuerte de Antigua, el Puente del Rey  y los indios de Coxquihui persiguieron a Llorente.
A fines de mayo, a excepción de la capital, la provincia se había levantado en armas.
Victoria ofreció a Santa Anna que serviría a sus órdenes pero este último lo hizo reconocer cono jefe supremo de la provincia, tanto por su mayor graduación, como por los servicios prestados a la causa de la patria.
Iturbide había salido de Valladolid hacia San Juan del Río, el 7 de junio del 821, a corta distancia de Querétaro el Brigadier Lucas destacó una sección al mando del coronel Bocinos, para que  reconociera el ejército enemigo; al pasar por la Barranca de Arroyo Hondo, Bocinos atrás de Iturbide, arrollaron a los realistas.
Fue la acción de 30 contra 400, según   lo dijo Iturbide cuando premió el valor de su escolta.
Allí se  presento Victoria para hacerle modificar la idea  de llamar al trono a Fernando VII y que se propusiera a otra persona y reflexionar sobre algunos principios del Plan de Iguala.
La situación se presentaba de manara que se pensara que Victoria se designaba él mismo y no concedió a Victoria ningún grado  en el ejército.
El historiador Bustamante observa que Victoria que llevaba un plan concebido por él mismo para la felicidad de la patria.
A principios de 1822 la oposición al gobierno llegaba a ser alarmante. Domínguez envió un informe que desenmascaraba un complot en que se involucraban importantes personajes: Miguel Barragán, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo.
Llegado el 27 de octubre, día destinado al juramento de la independencia. A la 10 de la mañana el ayuntamiento hizo el juramento. A medio día se publicó un bando concediendo indulto a los sentenciados a muerte; a las 4 de la tarde celebró una gran procesión cívica, con el pendón imperial , diciendo sucesivamente a los cuatro  vientos, México, México, México, jura la independencia del Imperio Mexicano bajo las bases del Plan de Iguala y Tratados de Córdoba. El pueblo respondía, así lo juramos.
Hablábase  entonces de complots y conspiraciones, una de ellas la fraguaron los jefes de insurgentes. Reunidos en la casa de  Miguel Domínguez, ex Corregidor de Querétaro, y sabiendo que Negrete profesaba ideas liberales, le escribieron a Guadalajara, Negrete remitió la  cartas a Iturbide, descubierta la conspiración fueron detenidos  Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo, el brigadier Barragán, el Lic. Juan B Morales, Borja, varios oficiales de graduaciones diversas y los padres Jiménez y Carvajal. De la causa que se instituyó, no resultó ningún cargo por lo que fueron puestos en libertad, excepto Victoria, que según la historia se pudo fugar de la prisión.
A iniciativa de Bustamante el Congreso pidió desistir de la causa formada a don Guadalupe Victoria, nombrado diputado por Durango y que por tanto no podía asistir al Congreso.
 La comisión dictaminó que siendo ajeno del cuerpo legislativo el conocimiento de las causas, se esperase la conclusión de la que se estaba formulando a don Guadalupe Victoria.
Bustamante solicitó un salvoconducto para que pudiera asistir al Congreso. Victoria se mantuvo oculto, hasta que sucesos posteriores lo obligaron a abandonar su retraimiento.
El Congreso se dio a formar un gobierno provisorio con el título de Poder Ejecutivo, compuesto de tres personas, que fueron don  Nicolás Bravo, don Guadalupe Victoria y don Pedro  Celestino Negrete.
Hallándose ausentes Bravo y Victoria, eligieron en calidad de suplentes a don José Mariano de Michelena y a don José Miguel Domínguez. Se nombró para el despacho de todas las secretarias a don José Ignacio García Illuecas.
Transcurrió el tiempo y el Congreso se encargó de la abdicación de Iturbide.
El Congreso ordenó que se publicara el proyecto de bases de la República Federativa, el 21 de mayo de 1823 en el que se declaraba “ La nación mexicana  adopta para su gobierno la forma republicana, representativa, popular federal “
La presencia de Guerrero, que sustituyó a Bravo, al ausentarse por la expedición de Guadalajara y de Victoria en el poder, dio aliento a los insurgentes deprimidos por Iturbide.
El 19 de julio el Congreso expidió un decreto en el que declaraba beneméritos de la patria en grado heroico a Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo, Morelos, Matamoros Leonardo y Miguel Bravo, Hermenegildo Galeana, Jiménez, Mina, Moreno y Rosales.
Por decreto posterior se agregan como igualmente Beneméritos los nombres de Barragán, Muzquiz, Ramos Arizpe, Victoria, Ignacio Rayón y Vicente Guerrero.
La sociedad volvió a inquietarse al saber que de Veracruz a Jalapa habían pasado los señores Oses e Irisarri, comisionados por el gobierno español.
Entran en relación con el general Victoria y regresaron a San Juan De Ulúa, sin haber concretado ningún arreglo.
Pocos días después un general  Lemaur, que  había sustituido a Dávila en el mando de la fortaleza, rompió fuego contra Veracruz, haciéndole grabes daños a la ciudad y a los arreglos encaminados entre México y España, iniciados por Victoria.
Parecía haber desaparecido el  espíritu de discordia contra los españoles, se creía que podían ser un obstáculo para la independencia, en lo que había más pasión que verdad, pues los españoles radicados en México, habían formado  familias, fincado bienes, establecido industrias y podían ser llamados nacionales.
Sin embargo el coronel Antonio León y su hermano Manuel resucitaron en Oaxaca el proyecto del coronel Hernández y el general Lobato, promovido en Cuernavaca y en la capital, consistente en despojar a los españoles de sus empleos. La primera víctima fue don Cayetano Machado, receptor de alcabalas de Huajuapan, el cual fue asaltado y muerto por el sargento Trinidad Reina.
El movimiento atiespañol era tan alarmante que se envió a Victoria para sofocarlo. Victoria ordenó que se instruyese causa a los culpables. Reina declaró haber procedido por órdenes de Lamadrid y acusó a los hermanos León. Lamadrid y Reina sufrieron la pena capital, León fue indultado por el Congreso.
Entre tanto en México continuaba la  redacción de la constitución federal, Zavala por morosidad y Alamán enemigo de la federación, afirmaban que los diputados no hicieron más que mal copiar la constituciones  francesa y norteamericana. 
Es opinión que fue un pacto ente lo nuevo y lo antiguo, concediéndose la federación a cambio de los privilegios que habían gozado y seguían gozando el clero y el ejército. Elementos que no  encontraron ni en Francia ni en los Estados Unidos.
Llegó el momento de elegir presidente de la República, la opinión se dividió entre Victoria, Bravo y Guerrero.
Los sufragios favorecieron a Victoria, Bravo fue electo Vicepresidente.
El 4 de octubre de l824, el Congreso proclamó la Constitución.
Inglaterra envió a sus diplomáticos con instrucciones de celebrar un tratado de amistad y comercio. Presentado el tratado, México no lo consideró admisible. Victoria nombró agentes especiales para resolver el asunto. Se llegó a un acuerdo que finalmente no fue aceptado por los ingleses.
Inglaterra envió a Mr. Morrier, quien logró la concesión de que el tratado se ajustara en Londres y para el caso Victoria nombra a Sebastián Camacho .
El reconocimiento de la independencia y la celebración de dichos tratados tuvieron efecto para que compañías inglesas explotaran en México el ramo de la minería, que benefició al país con  grandes capitales que derramaron en la República 30, 000, 000. de pesos, que produjeron bienestar.
La masonería tomó extraordinario desarrollo. Se dio motivo al establecimiento del Rito York, que estimuló al Escocés que ya existía y publicaba el periódico El Sol. 
El rito York creado por Victoria, publicó un periódico que   tituló  “La Aguila Negra”, y en 1815 contaba con cinco logias y  promovió la educación.
Los Escoceses publicaban El Observador en el que escribían  del Campo, Quintero, Tagle, don Florentino Martínez, el Dr. Mora. etc.
La publicación de periódicos iba en aumento, en Veracruz El Mercurio, que redactaba el español don Ramón Ceruti, demócrata; en Yucatán, se editaban dos, uno de los cuales se llamaba  “ El Yucateco “, En Jalapa, El Oriente, en México, además de La Aguila y el Sol, El Correo de la Federación y no faltaban en Puebla, Michoacán, Guadalajara, San Luis Potosí, Oaxaca, periódicos que revelaban el espíritu público.  
Los cubanos refugiados en México, formaron una asociación llamada la Junta Protectora de la Libertad Cubana, de tal manera que pronto muchos generales, diputados y senadores mexicanos tomaban parte activa en ella.
El Presidente Victoria pretendía que el Congreso le autorizara para enviar una expedición de auxilio a La Habana, pero desistió al fin por ser una aventura para la cual no estaba autorizado.
En 1826 salió don Tomás Salgado del encargo de Hacienda, lo reemplazó don Francisco García, versado en asuntos financieros. Para remediar el desorden de la secretaría, propuso cambios importantes en el personal, pero Victoria no los aceptó, por lo que García, al mes, dimitió la cartera.
En una reseña histórica, Tornel afirma, que a García le faltó resolución y temía comprometer su buen nombre.
Los problemas económicos de México se contenían : En la detención de pagos de la Casa Barclay, Herring, Richardson y Compañía, que dejaban de satisfacer letras giradas por el  Ministro de Hacienda, Ignacio Esteva, cercanas a los 500 000 Pesos.
Poco tiempo antes había quebrado la Casa Goldmit, perdiendo el Gobierno de México  $ 100, 000.
Vicente Rocafuerte encargado de los negocios de México en Londres, sacó de la Casa Barclay 63, 000 libras esterlinas para prestarlas a Colombia, sin réditos y Colombia no pagó durante treinta años; hasta 1856 o 57 se enajenó tal cantidad a un comerciante que la tomó a vil precio.
En quiebras, préstamos sin intereses, malas compras y pagos de deudas atrasadas, desaparecieron 22,800,000, pesos.
Señalan al gobierno de Victoria como el más venturoso, sin embargo su administración no fue la más feliz, en 4 años se malversó el producto de los empréstitos de Londres.
Por la retirada de García del ministerio de hacienda, vuelve José Ignacio a  desempeñar el cargo, solicitó de las cámaras que autorizaran al gobierno para tomar de las aduanas marítimas, dos terceras partes en numerario y una en créditos, para salir del apuro, el Congreso aprobó la operación.
Los derechos del fisco constituyeron una operación ruinosa, en consecuencia se cernía sobre el erario una deuda flotante con gran provecho para los agiotistas.
En diciembre de 1827, un hombre de carácter feraz, insurgente antiguo, logró reunir 2 000 hombres y prometió no dejar las armas hasta que los españoles salieran de la República. Lo comunicó a Zavala, también a Guerrero, en comunicación de 16 de diciembre.
El teniente coronel Espinosa levantó en los llanos de Apam 500 hombres de caballería con el mismo propósito. Hubo otros levantamientos en Toluca y Acapulco.
El 1 de octubre la legislatura del Estado de México expidió el decreto de expulsión de los españoles de todo el Estado. El más vehemente promotor fue el cura de Yautepec, don Epigmenio de las Piedras.
La partida mandada por espinosa sirvió de mucho a la revolución proyectada por los escoceses que buscaban un jefe intachable, Nicolás Bravo, no obstante su investidura de Vicepresidente de la República, se puso a la cabeza de la revolución armada.
 Cuando se sintieron preparados, publicaron un plan patrocinado por un coronel llamado Manuel Montaño. El plan propugnaba la   reorganización del gobierno, destrucción de las sociedades secretas, la expulsión del representante de los Estados Unidos y el cumplimiento exacto de la Constitución.
Victoria supo con pesar los compromisos contraídos por Bravo; comisionó a individuos de su confianza, sin fruto. Se negó autorizar su prisión y afirmó. Para que se justifiquen las providencias del gobierno contra el señor Bravo es indispensable que el mismo ponga en evidencia su conducta a los ojos de la  nación.
 Rasgo tan noble que muestra el temple y el carácter del general Victoria.
El 31 de diciembre de l827 salió Bravo de la capital rumbo al Mezquital. En México quedaban don José Antonio Facio     y don  Pedro Landeros, para provocar la revolución.
El Gobierno del Distrito Federal se encargó a Esteva y se dio a general Guerrero el mando de una división que debía operar sobre los pronunciados.
Ante tales precauciones del gobierno Facio y Landeros  consideraron inútil toda tentativa y se pusieron a salvo.
Entre tanto Bravo se dirige a Tulancingo y se parapetó para  recibir a Guerrero, quien  cayo sobre dicha población sin dar tiempo a bravo para preparar su defensa.
Tulancingo fue atacada el 6 de enero de 1828 y después de una débil resistencia, fueron hechos prisioneros todos los jefes rebeldes. Antonio López de Santa Anna, que ocurrió al campo de guerrero, sirvió activamente a pesar de que estaba comprometido con los sublevados. 
Los generales sublevados, Barragán y Armijo, corrieron la misma suerte que Bravo y Berdejo.
La buena fe y los deseos de evitar la efusión de sangre  los decidió a aceptar un armisticio que propuso Guerrero.
En los hechos de Tulancingo se observó que los Escoceses estaban dispuestos a jugarse el todo por el todo. Esperaban que el Plan de Montaño repercutiera en toda la República, pero solo sacudió el plan al gobierno de Veracruz.
Es de advertir que los historiadores que tratan el suceso  de Tulancingo, atribuyen a Santa Anna la intención de adherirse a los pronunciados, pero que desistió de su propósito al ver la superioridad de las fuerzas de que disponía el gobierno.
El diputado don Manuel Carpio redactó un manifiesto que no explicaba satisfactoriamente la actitud de aquella corporación, que comisionó además a dos de sus miembros para que hicieran una retractación ante el gobierno general y garantizar que las autoridades de Veracruz  no volverían a turbar la paz pública.
El Presidente Victoria recibió a la comisión cordialmente y se convino en que Santa Anna marchara luego a encargarse de la administración de Veracruz.
Mientras Victoria daba muestras de carácter benigno, don José María Tornel, gobernador del Distrito Federal, testimoniaba su carácter arbritario y su dureza de alma. Mr. Lissautte, director del Instituto de Jalisco, donde enseñaba matemáticas, publicaba el Tribuno. Sospechando que los mejores artículos salían  de la pluma de Lissautte, fue condenado a destierro. Bajo la protección de Zavala se mantuvo un día en el Estado de México; para cumplir una diligencia, pasó al Distrito Federal. Tornel lo hizo detener y  lo embarcó para Nueva Orláns. Lissautte regresó a México a ocupar su destino en Guadalajara.
Al acercarse las elecciones agosto de l838, para presidente y Vicepresidente, se hallaron frente a frente guerrero y el ministro de Guerra, don Miguel Gómez Pedrza.
Guerrero estaba considerado como un héroe nacional, pero amaba a su gente, los humildes y rehuía el trato con los cultivados. Advertía los defectos de su educación, los errores de su lenguaje y algunos de sus modales rústicos.
Pedraza no tenía los defectos de Guerrero, pero tampoco sus cualidades.
Los escoceses, casi todos generales, notables del clero y mucha gente ilustrada, formaron partido  que cobró fuerza por los españoles que se declararon por Pedraza.
Los yorkinos, por su parte atacaban los sentimientos religiosos del pueblo e hicieron de la prensa un lugar de insultos y falsedades, que los escoceses adoptaron también.
Los objetivos finalmente eran Guerrero y Pedraza.
Celebradas las elecciones Pedraza reunió la mayoría que exigía la  Constitución.
Zavala, asienta que Pedraza empleó a las tropas para sus fines.
El 13 de septiembre se publicó en México un escrito titulado, Levantamiento del general Santa Anna o Grito de Libertad. Anunciaba lo que tres días después sucedería.
Santa Anna al frente de 800 hombres se trasladó de Jalapa a Perote y en la fortaleza declaró que no dejaría las armas hasta que Guerrero sustituyese a Pedraza.
El Congreso por su parte declaró fuera  de la ley a Santa Anna el 17 de septiembre.
El gobierno preparaba fuerzas bastantes para sofocar en su cuna el escándalo y hacer que Santa  Anna y sus cómplices desaparecieran.
No concluidos los preparativos, se supo en México que el general Montes de Oca y el coronel Juan Alvarez, en el sur, ocupaban la plaza y Castillo de Acapulco y proclamaban el plan Santa Anna.
Gran parte del Ejército no era adicto a Pedraza, por lo que no podía desplegar su severidad.
Por su Parte Lorenzo de Zavala, declarado por el Congreso, con lugar a formación de causa y tenazmente perseguido por el Ministro de Guerra, se refugió en la Capital la noche del 29 de octubre, suponiéndose que lo acompañaban propósitos revolucionarios, pues estuvo siempre en contacto con personas enemigas del gobierno.
Permaneció oculto hasta el 30 de noviembre, fecha en que don Santiago García y don José María de la Cadena Ocuparon el  edificio de la Acordada donde había depositados mucho parque y piezas de artillería.
Este pronunciamiento a favor de Guerrero sorprendió al gobierno.
Se presentó en la Acordada el  brigadier Lobato y propuso que le dieran el mando, pero el coronel García se opuso. Se presentó allí Zavala el 1 de diciembre y fue reconocido como jefe.
El gobierno encomendó a Tornel y a Ramón Rayón el trabajo de disuadir a los sediciosos y obligarlos a deponer las armas. La contestación fue una rotunda negativa.
Guerrero se hallaba a poco trecho de la ciudad. Los rebeldes intimaron rendición al gobierno, el 1 de diciembre y exigieron la expulsión de los españoles, en término de  24 horas. El Gobierno se dispuso a atacar a los sediciosos por varios puntos.
 Al mediodía del 2 de diciembre las  tropas de gobierno abrieron fuego contra los disidentes.
Una vez dado el primer impulso a la rebelión, Guerrero se  retiró a Tlahua, no se sabe con que objeto.
Pedraza disfrazado huyó de la capital, la noche del 3 y se refugió en Guadalajara.
Dice Alamán que Zavala para atraerse a la gente ofreció el saqueo del Parián, donde los comerciantes eran españoles es mayor número.
No puede explicarse la retirada en aquel momento, del general Filisola, que se dirigió a Puebla.
Estas retiradas facilitaron la operación de los ocupantes del Palacio de Gobierno,  los amotinados, pueblo y tropas saquearon los almacenes y continuaron con el Parián.
De nada sirvió la presencia de Victoria en la Acordada, suplicando el cese de tanto desastre.
Zavla, jefe del movimiento dio el primer ejemplo mandando fusilar al coronel don Manuel Garza, dando igual orden de muerte contra el coronel Cristóbal Gil de Castro, que logró fugarse estando en capilla.
La noche del 3 de diciembre Zavala, acompañado de mala gente se dirigió a la casa del magistrado de la Corte Suprema don Juan Raz y Guzmán, a Quien el mismo hirió en una mano con un tiro de pistola.
Don Ignacio Esteva, que había vuelto a la Secretaría de hacienda, tuvo que ocultarse.
 Miguel Ramos Arizpe, que se había retirado del ministerio de justicia, marchó hacia el interior.
Victoria había quedado abandonado y expuesto a sufrir las consecuencias. Refiere Tornel, que decidido Pedraza a huir, confió su intento a Victoria que no pudo disuadirlo.
Tornel y el general Lobato concertaron una entrevista con Zavala y el presidente Victoria. Se reconvino a Zavala quien apenas pudo solicitar que el general Guerrero ocupara el ministerio de Guerra, en el que duró apenas siete días.
La  noticia de tan gran desbarajuste no tardo en llagara  los estados, con lo que se hizo general el trastorno.
La cámara de diputados aceptó la existencia de un motín y declaró insubsistente la elección de Pedraza.
A principio de 1829 se instaló el Congreso y el 12 del mismo mes anuló la elección de  Gómez Pedraza, don Carlos María Bustamante fue el único diputado que sostuvo la legalidad de la elección de Pedraza, inmediatamente, por sufragio universal de la Cámara, se eligió presidente a Guerrero, hecho contra el cual, solo volvió a escucharse el voto de Bustamante.
El día 1 de abril ocupó la presidencia Guerrero, quien pensó organizar una buena administración, nombrando a personas aptas:  José María Bocanegra, Relaciones Interiores y Exteriores; Guerra y Marina, don Francisco Moctezuma; don José Manuel de Herrera, en Justicia y Negocios Eclesiásticos y para Hacienda nombró a don Lorenzo de Zavala.
La situación hacendaria era muy difícil, La Revolución de la Acordada y la expedición  española que amenazaba desde comienzos de  1829, provocando la suspensión de envíos de mercancías a las costas y falta de importaciones que generaran derechos; deudas de anteriores administraciones, que se amortizaban por falta de créditos, suspensión de pagos, expulsión de españoles con sus caudales y deudas atrasadas a empleados y al ejército.
Otra situación es la referente a los aspirantes a puestos públicos, que se sentían merecerlos como recompensa a sus servicios a la patria y al ingrato de Guerrero.
Se supo en México que en la Habana, bajo las órdenes del brigadier Ignacio Barradas, se había organizado un grupo cuyo objeto era la reconquista de México y su destino inmediato el Puerto de Tampico.
En agosto la división española había ocupado el puerto, Altamira y puntos inmediatos.
Venía con los expedicionarios fray Diego Miguel Bringas, mexicano de origen, quien escribió una proclama que exhortaba a los compatriotas a la sumisión.
Don Francisco Dionisio Vives, capitán general de Cuba, dirigió también un manifiesto a los habitantes de la República, donde afirmaba que Fernando VII seguía siendo soberano de América y ofrecía, que realizada la reconquista, nadie sería molestado.
La situación de las tropas de Barradas era difícil y carecían de víveres, se hizo sentir la presencia de las tropas mexicanas bajo las órdenes de general Manuel Mier y Terán.
El general Santa Anna avanzó desde Veracruz y llegó a Pueblo Viejo, distante una milla del enemigo.
El 20 de agosto se lanzó contra Tampico y el 9 de septiembre asaltó el fortín de la Barra. El General Barradas celebró capitulación en la que se garantizó la vida de los miembros de la división y rindió las armas a Santa Anna.
No faltaba en México gente que con sus escritos y su conducta trabajaba contra la  independencia, asalariados del gobierno de Madrid o por situaciones partidistas, invitaban a la sedición al ejército.
 En medio de tanto desorden el Congreso no desatendió sus deberes y reconociendo la  gravedad de la situación revistió al Presidente de  facultades extraordinarias.
La noticia del fracaso de la expedición española llegó a México la noche del 20 de diciembre, Guerrero estaba en el teatro, se interrumpió la representación y el regocijo no conoció límites. A las aclamaciones Guerrero contestaba con lágrimas de gozo, pero no supo o no quiso aprovecharlas políticamente para eliminar las discordias que se vivían y dividían a los mexicanos.
 La invasión de Barradas no favoreció a Guerrero, la prensa fue inclemente, Guerrero tuvo que librar una orden para castigar a los autores editores e impresores. La oposición fue tremenda.
Santa Anna trató de conseguir apoyo para Guerrero, pero no lo encontró.
Guerrero se puso al mando de las fuerzas del gobierno pero fue traicionado apenas en los límites de la Ciudad.
Dándose cuenta de que todo estaba perdido se retiró a su hacienda en las montañas del sur, declarando que no era ni presidente ni general, sino ciudadano y agricultor.
Bustamante se hizo cargo del ejército el 1 de diciembre de 1830 , como Vicepresidente electo, formó su gabinete con gente de bien, como Alamán y el coronel Facio.
El congreso declaró el procedimiento justo, reconocía a Guerrero como presidente legítimo, pero incapacitado para gobernar.
El régimen destacó una serie de espías para vigilar a todo aquel que pareciese sospechoso.
El coronel Francisco Victoria, hermano de Guadalupe y Juan Nepomuceno Rosains, héroes de la independencia, adictos a Guerrero, fueron ejecutados.
Corrían noticias que había asesinos pagados  para eliminar a Guerrero. Ante estos hechos, enfermo, decidió ponerse a la cabeza de la oposición, junto al general Juan Alvarez.
Bustamante envió  tropas federales al, mando de Nicolás Bravo y Gabriel Armijo.
El 2 de enero de 1831 guerrero y Alvarez fueron vencidos, Alvarez  se interno en las montañas y Guerrero partió rumbo a Acapulco para embarcarse al extranjero.
En Acapulco  conoció al capitán Italiano Francisco Picaluga, que lo invito a comer en su embarcación y a trasladarse con él a Huatulco, donde lo traicionó entregándolo a las autoridades. El 13 ( Otros señalan el 14 ) de febrero de 1831 la República fusilaba otro héroe nacional.
Algunos meses ates, las evasiones de Victoria y Salgado provocaron un clamor en los periódicos, que exigían al gobierno “ un acto de ejemplar energía y y severidad para salvar a la patria y salvarse a sí mismo “ según el Michoacano Libre.
El Senado aprobó el 23 de febrero el nombramiento de plenipotenciarios mexicanos para reanudar las negociaciones con Baudin. Recayeron los nombramientos en Gorostiza, ministro de Relaciones y en don Guadalupe Victoria, asesorado por Mr. Pakenham. Las entrevistas comenzaron en Veracruz el 6 de marzo del 38 a  bordo de la fragata inglesa Madagascar y a partir del 7 se celebraron en la Casa de Correos de la plaza, habitación de Victoria.
Francia desistió de la demanda del comercio al menudeo, de la urgencia de las declaraciones  provisionales de 1827 y del castigo de las autoridades mexicanas que hubiesen denegado justicia a súbdito  franceses. El desistimiento consistió en que esos puntos no figurasen en el tratado, con la promesa del gobierno mexicano de que los cumpliría amigablemente, encargándose de la fe de lo pactado Mr. Pakenham.
El 27 de abril los franceses celebraron en la parroquia de Veracruz, solemnes honras fúnebres por los franceses y los mexicanos muertos en la guerra.
El 28 Baudin visitó para despedirse a don Guadalupe Victoria y el 29 dio a la vela la fragata Nereida, conduciendo a bordo al almirante y la  siguieron los demás buques que llevaron a cabo aquella expedición, conocida en la historia de México, por referencia a los 60,000 pesos reclamados por un pastelero francés de Tacubaya, con el Nombre de la Guerra de los Pasteles.
Mucho alarmó al público la llegada a Veracruz del coronel Bernard E. Bee, agente de los colonos  texanos en la mañana del 8 de mayo a bordo del paquete armado de los Estados Unidos Woodbury, que venía con objeto de solicitar el reconocimiento de Texas.
Victoria se negó a   admitirle con tal carácter y le ordeno que, no siendo admisibles sus gestiones, volviera a embarcarse, como lo hizo Bandín el día 29 a bordo de un buque de guerra  francés.
Guadalupe Victoria en 1839 se retiró a la vida privada.