ANTONIO LÓPEZ DE
SANTA ANNA.
Antonio López de Santa Anna nació en Jalapa,
Ver. en una casa de la calle Segunda Principal. Sus padres, don Antonio López
de Santa Anna, Subdelegado muchos años de la Provincia de la Antigua Veracruz y
doña Manuela Pérez de Lebrún.
El joven Antonio López de Santa Anna Pérez de
Lebrún, debió dedicarse al comercio, según deseos de su padre, quien le
consiguió un puesto en el que poco tiempo duró.
Desde niño mostró un carácter pendenciero,
hostilizaba a sus compañeros de escuela.
En virtud de que no pudo estudiar carrera
alguna, su cultura la derivó de la vida en el cuartel y en el ejercicio de las
armas, pues se alistó como cadete en el ejercitó realista y combatió a los
patriotas de Tamaulipas, Texas y
Veracruz, hasta que se dio a conocer el Plan de Iguala, redactado por Iturbide,
al que se adhirió abrazando la Insurgencia. El citado Plan fue dado a conocer
el 24 de febrero de l821.
En el plan de Iguala se sintetizaban las tres
garantías o principios nacionales: Religión Católica, Unión e Independencia y
fue proclamado el 2 de marzo de l821 en la Ciudad de Iguala, Gro.
Un día le tocó a Santa Anna ganar en 12 horas
dos grados; amaneciendo capitán, derrotó una partida de gavilleros,
conquistando el grado de teniente coronel, antes de medio día; al atardecer
jugó el albur y apostó por la independencia,
nombrado General Brigadier por Iturbide, se vuelve partidario del
Imperio.
Cuando se vuelve impopular Iturbide se
pronuncia por la república, de la que,
según su confesión no entendía nada.
Al cabo de 5 años pasados en el ocio, ora
como gobernador de Veracruz, Ora como gobernador de Yucatán, se cansa de la paz
y aprovecha la lucha civil para volver a la carrera de las armas, se pronuncia
a favor de Guerrero en l829. ( Ralph Roeder, p.
72, Tomo I. )
En 1829, Santa Anna conoció la gloria por
derecho propio, participando en la defensa de Tampico, contra una expedición
española llegada de Cuba para la reconquista de México. Aclamado como héroe
nacional por su parte en el triunfo, sentó sus reales en la patria,
completamente aclimatado. De ahí en adelante la historia patria era suya.
En 1832 y 33 es proclamado Presidente de la
República mexicana. Dejó el poder en varias ocasiones para tomar el mando del
ejército. Valentín Gómez Farías se encarga del Poder Ejecutivo, en sus
ausencias.
Los estados de Tamaulipas, Jalisco, Durango y
México, habían incluido en sus constituciones medidas anticlericales. Jalisco y
Tamaulipas, habían determinado que el culto fuera pagado por el gobierno.
México y Durango, ponían en manos del gobierno el ejercicio del patronato.
Michoacán otorgaba a su legislatura los reglamentos. Yucatán declaraba la
tolerancia de cultos. El Estado de México prohibía la adquisición de bienes de
manos muertas. En 1833 se iniciaba el período reformista.
Gómez Farías trató de evitar la reacción que
causaría la ejecución de las acciones
reformistas.
Santa Anna y don Valentín Gómez Farías, el
primero como presidente y el segundo como vicepresidente, cuatro veces
ejercieron el poder, hasta que el 26 de enero de 1835 el Congreso
Constituyente, destituyó a Gómez Farías, por las reformas liberales que había
emprendido y concedió a Santa Anna
licencia, el 28 del mes y año que se citan.
En su lugar tomo el poder el general Miguel
Barragán, que murió el 27 de febrero y fue sustituido por José Justo Corro.
El 29 de diciembre de 1836, se expiden las
Leyes Constitucionales o las 7 Leyes, que establecen la República Central.
Las elecciones declararon presidente al
general Anastasio Bustamante, que tomó el poder el 19 de abril de l837 y
gobernó hasta el 20 de marzo de l839.
Le siguió en el poder el general Santa Anna,
hasta el l0 de julio, luego siguió el general Bravo por nueve días más.
Bustamante volvió al ejercicio del cargo
el 19 de julio de ese año, al 22 de septiembre
de l841, asumió nuevamente el
mando del ejército y poco después, lo
dejó bajo la presión militar de
los generales Santa Anna y Paredes Arrillaga. Del 22 de septiembre al 10 de
octubre fue sustituido por Javier Echeverría.
Conforme a las Bases de Tacubaya de 28 de
septiembre del propio 1841, Santa Anna nombró a los nuevos diputados y
éstos lo nombraron presidente de la República. Juramentó el puesto
el 10 de octubre y el 26 del mismo mes dejó el puesto al general Nicolás Bravo.
No regresó sino hasta el 4 de marzo de 1843.
El 12 de junio del año de 1843 aprobó las Bases
Constitucionales o Bases Orgánicas, que centralizaban en el ejecutivo la
administración de las provincias.
El 4 de octubre dejó la Presidencia al general
Canalizo, hasta el 4 de junio del año 44.
El 1 de noviembre de l844 los oficiales
suscribieron la siguiente declaración. “ La guarnición de Jalisco se adhiere a
la iniciativa de la Excelentísima Junta Departamental. Por iniciativa del
comandante general Pánfilo Galindo, se invitó al general Paredes a ponerse a la cabeza de todas las fuerzas.”
Paredes en manifiesto a la nación, de 2 de
noviembre, acusa a Santa Anna del lamentable estado de la Hacienda Pública y
del ejército.” La historia añadía, dirá a las generaciones venideras... que en
la acción del general Santa Anna, nada se encuentra grande, nada noble, nada
decente, que él a proseguido un destino mezquino y culpable...ha sido un tirano
insolentado por el poder o infatuado por la prosperidad..” y después de
culparlo de haber abandonado Texas y de la guerra de Yucatán, Terminaba
diciendo. “ Estas consideraciones me obligan a sostener con las armas el
artículo siguiente: Los actos de gobierno del
general don Antonio López de Santa Anna, desde el 1 de octubre de 1841
hasta el 31 de diciembre de l843, de cualquier clase que sean, quedan sometidos
a examen y aprobación del actual Congreso Nacional. Mientras dure el Juicio de
Residencia, el señor Santa Anna, no puede ejercer la gloriosa función de Magistrado
de la República “ ( México A Través de los Siglos página 345, Tomo IV )
El 2 de enero anterior, el Congreso había
declarado Presidente de la República a
Santa Anna, conforme a las Bases Orgánicas, pero no asumió el cargo hasta el 4
de junio por hallarse ausente. Volvió a ausentarse el 12 de septiembre y lo
sustituyó José Joaquín de Herrera, primero como interino y luego con carácter
Constitucional. Dejó el poder el 30 de diciembre de l945, por el
pronunciamiento de Mariano Paredes y Arrillaga ( Plan de San Luis) Llega a
México el 2 de enero de l846 y fue nombrado presidente. En junio al
constituirse el Congreso, es confirmado y nombró vicepresidente a Nicolás
Bravo, ambos fueron derrocados el 6 de agosto, por el Pronunciamiento de la
Ciudadela.
El último período de gobierno de Santa Anna ,
1853 a 1855 gobernó con el título de Alteza Serenísima.
El día 14
una junta nombró presidente al general Martín Carrera, quien gobernó
hasta el 12 de septiembre de ese año, en el que lo sustituyó el general Rómulo
Díaz. Una Junta de representantes, el 4 de octubre, designó como presidente al
General Juan Alvarez, Caudillo de la
Revolución Reformista y este a su vez, el 9 de diciembre, nombró a Ignacio
Comonfort, como sustituto, cargo que ejerció a partir del 11 del mes. El 5 de
febrero de l857, juró el Congreso Constituyente la Constitución
Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
Antonio López de Santa Anna se encargó del
poder ejecutivo de la Nación 11 veces, delegándolo a capricho cuantas veces
convenía a sus intereses o cuantas otras
considerara conveniente tomar el mando del ejercito. A saber:
1833.- Mayo 16 a junio 5.
1833.- Junio 18 a julio 5.
1933.- Octubre 27 a diciembre 15.
1834.- Abril 24 a enero 27 de 1835.
1839.- Marzo 20 a julio 10.
1841.- Octubre 10 a octubre 26 de 1842.
1843.- Marzo 4 a Octubre 4.
1844.- Junio 4 a septiembre 12.
1847.- Marzo 21 a abril 2.
l847.- Mayo 20 a septiembre 16.
1853.- Abril 20 a agosto 9 de 1855.
Repito en éste último de sus mandatos alcanzo
la jerarquía de Alteza Serenísima. El Diario Oficial , en su número 15 del mes
de mayo expresó: “ Su Alteza Serenísima se retira de la campaña porque no hay
contra quién hacerla “ Se refería a la Revolución de Ayutla, por cierto
secundada por el Lic. Juan José de la Garza, el 7 de julio en Ciudad Victoria,
Tam. ( México a Través de los Siglos, p. 530 Tomo IV )
Los gastos ocasionados por la guerra y el
fausto de aquel Gobierno pusieron en aprietos al tesoro. Para hacerse con
recursos recurrió el gobierno a vejatorias contribuciones, como la muy conocida
sobre los perros; el 9 de enero del 1854 se dictó un decreto cuyo artículo
primero decía: Se establece una contribución por las puertas y ventanas
exteriores de los edificios urbanos y rústicos de la República. El Decreto fue
impracticable por monstruoso. La pobreza del tesoro no se habría
remediado a no haber venido en su auxilio la venta de la Mesilla (Mezilla )por
lo pronto el gobierno de los Estados Unidos entregó 7 millones de pesos y los
tres restantes los entregaría cuando se hubiesen fijado las líneas divisorias,
Los periódicos mexicanos del 26 de julio publicaron el tratado, cuyos
artículos, aunque extendidos desde el 23 de diciembre, se habían mantenido
secretos.
Entre tanto, los millones de la venta de La
Mesilla, se habían agotado; cada cual tomó para sí la porción que creyó
corresponderle, como lo hizo don Francisco de Paula Arrangoiz, abonándose la
suma de 70,000 pesos. El dictador desaprobó esta conducta y Arrangóiz se vengó haciendo saber que Santa
Anna se había aplicado parte mucho mayor, pues
sólo en una partida figuraban 600,000 pesos.( México A Través
De Los Siglos.- ( p. 129 y 135 Tomo IV )
El 6 de agosto de 1855 se hizo público un
escrito de Santa Anna en que éste pretendía confiar el gobierno provisional a
Ignacio Pavón, José Mariano Salas y Martín Carrera. Antes de que este
triunvirato llegara a gobernar, la guarnición de la ciudad de México se
pronunció por el Plan de Ayutla ( firmado el 1º de marzo de 1854 y reformado el
11 en Acapulco ) El día 14 una junta nombró presidente al general Martín
Carrera, que gobernó de agosto 15 hasta
el 12 de septiembre de ese año, en que lo sustituyó el general Rómulo Díaz de la Vega. El 4 de
octubre del mismo año, una junta de representantes, reunidos en Cuernavaca,
designó presidente al general Juan Alvarez, caudillo de la revolución
reformista y éste a su vez, el 9 de diciembre, nombró a Ignacio Comonfort, como
sustituto, cargo que ejerció a partir del día 11.
El 5 de febrero de 1857, se juró por el
Congreso General Constituyente, la
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos. Hechas las elecciones,
Comonfort resultó Presidente.
Santa Anna, por voluntad propia dejó el país
y vivió desterrado en Cuba, Venezuela, y
EE.UU. de 1855 a 1974, año en que retorno al país pobre y ciego para morir en
México el 20 de junio de 1876.
JUICIOS DE LA HISTORIA.
El hombre que llevaba el nombre de Antonio
López de Santa Anna Pérez de Lebrún, era por su genealogía vástago de padres
españoles, flor y nata del comercio colonial y por su temperamento un criollo
consumado. Su padre corredor de hipotecas en Veracruz, terrateniente en Jalapa,
era un hombre de consideración en ambos parajes, por sus rentas respetables. (
Historia de México, SALVAT. Tomo 8 )
Lucas Alamán considera propio llamar el período en el cual Santa Anna se
mantuvo activo “ La Historia de las Revoluciones de Santa Ana “. Ya tomando
parte en ellas influido por otros, ora trabajando por el ajeno enriquecimiento,
ora por el propio. Proclamando hoy unos principios y favoreciendo mañana los
opuestos. ( Lucas Alamán, Historia de México, 1942 )
Faltaban a Santa Anna el valor civil y las
profundas convicciones que tan solo mueren con el individuo que las posee y
presentan la única clave para resolver dificultades que entrañan porción de
cuestiones políticas. Hombre de pasiones, amante del bien de sus compatriotas,
hecho por él, carecía de instrucción para hacer el bien, quitándole el tiempo
los placeres; gustaba con ahínco de las mujeres, del juego, los honores y el
dinero; traía de la naturaleza el germen de la acción y jamás se alarmaba su
conciencia por acciones que en otros producía escándalos. ( Los Gobernadores de
México, ( p. 402, 403, México 1964 )
Conjunto de malas y buenas cualidades,
talento natural muy claro, sin cultura moral ni literaria; espíritu
emprendedor, sin designio fijo, ni objeto determinado...Acertado en los planes
generales de una revolución o una campaña e infelicísimo en la dirección de una
batalla, de las que no ganó una sola.
Santa Anna, siempre carente de previsión y
dirigido por una camarilla sobre dotada de tal mérito. ( Juárez y Su México p.
145 Tomo I )
El que Todo lo ganó y todo lo perdió. (
Rafael F Muñoz Madrid l936 )
Su Nombre hace el primer papel en todos los
sucesos políticos del País y la suerte de éste, ha venido a enlazarse con la
suya. ( Historia de México 1942, Lucas Alamán )
Es de notarse que todos sus ascensos los
obtuviera por riguroso escalafón: Ascendió a subteniente de la Sexta Compañía
de Fusileros en 1812; pasó a la de granaderos y fue teniente; capitán efectivo
por el generalísimo don Agustín de Iturbide; coronel brigadier por la Regencia
en 1822 y brigadier con letras de servicio por el Emperador Iturbide. Después
de la batalla de Tampico obtuvo el grado de general de división, dado por el
presidente Guerrero.( Manuel Rivera Cambas.
Los Gobernadores de México, pág. 402, 403, México 1964 )
James Gadsden, militar que nace y muere en
Charleston, 1788 - 1858, interviene en
la firma del Tratado de Gadsden en 1853, que lleva su nombre porque EE.UU.
amplió su territorio con la compra de Zonas de Atizona y Nuevo México, mediante
el pago de 18 millones de dólares. El
tratado fue aprobado y los millones americanos aseguraron a Santa Anna otro
plazo en el poder. ( Juárez y Su México, p. 152. No literal )
En un período de inseguridad, de tensión y de
inmadurez políticas, la tendencia a confiar en las personalidades más bien que
en los principios era muy marcada y fue en aquella fase favorable cuando la
carrera del aventurero atravesó la República con un contacto contagioso.
Igualmente indiferente, por su parte a
tirios y a troyanos, pero sumamente sensible al culto de la gloria encarnada
por Guerrero ( Juárez y Su México. p. 73, Tomo I, Ralph Roeder. )
Antonio López de Santa Anna se Pronunció en
Veracruz contra su Alteza Serenísima, don Agustín de Iturbide y su
incongruencia lo llevó, al término de su
largo peregrinar por el poder político a desterrarse voluntariamente con la
dignidad de Alteza Serenísima el 9 de agosto de l855.
HUMORISMO CÍVICO.- LOS MANDAMIENTOS DE SANTA ANNA.
Es el primer mandamiento Del sexto no digo nada
amar a Dios soberano de mi conducta tan loca
pero yo de nada entiendo bien se que no es ignorada
porque siendo tan tirano pero al fin a mí me toca
a Dios y a la Patria ofendo. callar mi vida privada.
El segundo no es jurar El séptimo que es no hurtar
diez mil veces he jurado no lo he quebrantado a secas;
hacer el bien general; porque si he hecho algún mal
pero yo no he procurado el Fresnillo y Zacatecas
más del mío particular. me pueden justificar.
El tercer mandamiento El octavo; ! que demonio
el santificar las fiestas me haría que lo quebrantara ¡
yo aunque hipócrita me cuento No me llamaría yo Antonio
jamás hago aprecio de éstas si al mejor no levantara
por realizar mis proyectos. algún falso testimonio.
El cuarto honrar padre y madre El noveno es no desear
el precepto es excelente; la mujer de otro marido
pero si a mi mismo padre yo no debo declarar
lo viera de presidente si tal yerro he cometido
le haría guerra hasta tumbarle. porque es
preciso callar.
Es el quinto no matar El décimo, el bien ajeno
pero si posible fuere no codiciar con malicia
todos los hombres contar. para eso he sido tan bueno
que hice morir en la guerra, que esa maldita codicia
al mundo había de asombrar. me tiene hoy de angustia lleno
Cayó Santa Anna y su fe
y cayó el desventurado
porque estaba mal parado
solamente sobre un pie.
VERSIÓN DE ALGUNAS IMPORTANTES BATALLAS.
BATALLA DEL RÍO SAN JACINTO.
Después de la Batalla del Alamo, 6 de marzo
de 1836, luego de 13 días de sitio Santa Anna logró una total victoria, se
afirma que en el Fuerte del Alamo, fundado por españoles en 1722, no quedó vivo
un solo enemigo, hasta los que se
rindieron fueron degollados.
Santa Anna llega a Colorado el 5 de abril y
el 7 a San Felipe, que encontró abandonado y quemado por los Texanos. el 9 dejó San Felipe y atravesó el Río Brazos,
avanzando sobre Harrisburg, que encontró deshabitado y de allí siguió a
Galveston, donde supo que Samuel Houston
se hallaba a corta distancia, preparándose para cruzar el Río San Jacinto, lo
que se propuso impedir.
La noche del 21 de abril, mientras Santa Anna
y sus tropas dormían, fueron sorprendidos y dispersados. Houston hizo
prisionero a Santa Anna.
Las tropas mexicanas que permanecían a las
órdenes de su segundo, Vicente Filizola y los generales Urrea y Sesma, lograron
mantenerse en orden.
Filizola, después de reunir las fuerzas,
decidió establecerse a orillas del Río Colorado y esperar refuerzos para
emprender nuevas operaciones militares.
Una misiva del 25 que llegó el 28 a manos de
Filizola, mereció la siguiente respuesta a Santa Anna: “ Como V.E., me dice que se ha acordado con
el general Houston un armisticio y no me explica las bases de él, pasa el
General Andrés Woll, para imponerse de
ellas “
A Woll se le informó que mientras terminaban
de arreglar los artículos del armisticio, se suspendían las hostilidades.
Pasó a ver a Santa Anna, quien le aseguró que
el día siguiente estaría frente al ejército. Pasaron los días y el 7 de mayo
fue embarcado, Santa Anna, para la Isla
de Galveston.
Para el día 14 había firmado con David G. Burnett,
Presidente de Texas un convenio en el que se comprometía a no tomar las armas
contra el pueblo de Texas, que las tropas mexicanas abandonarían el territorio
texano y pasarían al otro lado del Río Grande del Norte.
Este convenio
público, Santa Anna lo remitió a Filizola, quien lo recibió en el campo
del Arroyo del Mujerero y firmó su conformidad el 26 de mayo. Los generales
José Urrea y Fernández, se negaron a obedecerlo.
El general Andrés Woll, fue apresado en dos
ocasiones, la primera inmediatamente después de la visita a Santa Anna y
posteriormente en la marcha penosa que no le permitió unirse a la división de
Urrea, hasta el 13 de junio, en Matamoros.
Además del convenio público Santa Anna, firmó
otro decreto en el que se comprometía a no volver a las armas ni a influir para que se tomaran contra
Texas.
Santa Anna no fue sacrificado por la
protección del general Andrés Jackson, Presidente de los Estados Unidos. El 4
de junio fue desembarcado y conducido a Columbia, cuya plebe trato de asesinarlo. El presidente
de México, se ofrece al de los EE.UU., como su muy adicto y obediente
servidor. Su persona queda hipotecada.
LA BATALLA DE PUEBLA.
El 18 de noviembre de l844 entró Santa Anna a
México estableció su cuartel general en la Villa de Guadalupe.
El dos de diciembre don Luis G. Solana,
presidente de la Cámara de Diputados, se dirigió a Rejón, Ministro de
Relaciones, solicitando las llaves para abrir sesiones.
Rejón contestó, que el Supremo Gobierno,
había dispuesto que mientas durara la presente revolución se suspendieran las
sesiones del Congreso.
Las autoridades no pudieron evitar que la
estatua de Santa Ana aparecieran con una caperuza de ajusticiado y una soga al
cuello.
Dos días después se produjo una agitación al
saberse que el Batallón de la Acordada, se trasladaba al Convento de San
Francisco, lugar en donde estaban reunidas las cámaras; se sumó al movimiento
la Guarnición y los diputados y Senadores se dirigieron a Palacio Nacional para
proclamar el restablecimiento del orden constitucional.
Aquel día Santa Anna fue objeto de los
mayores insultos. Se puso en marcha sin atreverse a atacar México y se dirigió
a Puebla donde llegó el 1 de enero de l945, e inició el fuego contra ella en la
mañana del día 4. La noche del 5 desencadenó un ataque general, pero sus tropas
fueron rechazadas. Hizo nuevos intentos en los que vencieron siempre los valerosos poblanos. El
día 11 decidió retirarse rumbo a Amozoc.
El propio 11 llegó a Puebla el general
Paredes, horas después lo hizo Bravo, quien el día 12, expidió esta proclama: “
Yo os saludo valientes poblanos y me congratulo con vosotros, porque todo el
poder de la tiranía se ha humillado a vuestros pies. Recibid ésta sincera
felicitación de vuestros amigos. “
Santa Anna, el día 10 envió a Herrera una comunicación
en que decía haber depuesto toda actitud hostil y estar en espera del pasaporte
para salir de la República. “ yo celebraré que mi separación de la primera
magistratura y mi ausencia que ejecuto voluntariamente, den por resultado la
felicidad de nuestra patria, pues si con ella también logro servirla, quedarán
endulzadas las amarguras de mi corazón.”
En la mañana del Día 10 habían entrado a México, Antonio Aro y
Tamariz, ministro que había sido de hacienda y el general José María Mendoza,
enviados por Santa Anna, con carta poder, para que se admitiera su renuncia a
la presidencia que libremente hacía, se
le permitiera vivir con todo su sueldo en país extranjero, se restablecieran
todas las estatuas que le habían dedicado sus conciudadanos y se declarara que
los generales y jefes que le habían seguido, no desmerecían la confianza
pública. Se le negaron las pretensiones.
La BATALLA DE LA ANGOSTURA.
El 26 de enero de l847, santa Anna ordenó la
marcha de sus tropas para el 27, saliendo de San Luis Potosí, terminando
de abandonar la ciudad el 2 de febrero.
La marcha fue dificultosa y murieron por frío
25 entre soldados y soldaderas.
El ejercito mexicano acampó en la Hacienda de
la Encarnación, el día 20. En la revista
Santa Anna encontró 10 000 infantes, 4
000 caballos y 17 piezas de artillería.
El 21 de marzo se reanudó la marcha hacia la
hacienda de Aguanueva, pero el ejército norteamericano tuvo noticias y replegó
sus avanzadas y puestos de observación.
La mañana del 22 entró a Aguanueva abandonada;
los norteamericanos habían destruido y puesto fuego a la hacienda.
En el camino de sur a norte entre San Luis y
Saltillo, después de los puertos de Agua Nueva, Peñones y Carneros, continúa un
valle formado por dos montañas de la Sierra Madre, que se estrechan en un lugar
llamado la Angostura. Allí fue donde Taylor estableció el centro de su defensa.
Santa Anna al interceptar una comunicación,
entre Escott y Taylor, se enteró de su plan y de que una parte de sus tropas
reforzaría Veracruz.
Al seguir al invasor, Santa Anna que iba a la
vanguardia, calculó que no tenía gente para atacar y resistir; trató de ganar
tiempo para esperar el grueso de sus fuerzas, mandando un parlamento al campo
enemigo pidiendo la rendición al General Taylor.
Santa Anna acampó fuera del alcance del
enemigo y ordenó al general Ampudia que ocupara una altura importante. La
ejecución de tal orden originó un combate cruento y al anochecer las tropas
mexicanas quedaron dueñas del terreno, sin embargo las montañas de la angostura
daban al enemigo notable superioridad. Además el ejército americano, bien
pagado, bien alimentado, con mejor equipo, sometido a una disciplina severa y
la oficialidad procedía de la Escuela Militar.
Al amanecer del día 23 rompieron los
mexicanos un fuego implacable sobre los norteamericanos, que fueron arrollados.
La batalla terminó cerca de las 6 de la tarde. Taylor conservaba su centro en
la angostura y su posición de retaguardia en la Hacienda de Buena Vista.
Santa Anna, gano tres piezas de artillería y
casi todo el terreno, esto es el teatro principal de la lucha. Las pérdidas
fueron 594 muertos y unos l800 soldados dispersos. Taylor reportó 267 muertos,
476 heridos y 23 desaparecidos.
Afirma el Subteniente Balbontín, que si
durante la noche se hubieran reorganizado nuestras posiciones, se hubiera
consumado la victoria. El historiador norteamericano Ripley también habla de la
posible victoria mexicana. Varios historiadores afirman que la Batalla de la
Angostura estaba ganada.
Al anochecer se comunicó a las líneas que
estuvieran preparadas para retirarse. La disposición causó un general profundo
disgusto.
Es común también la afirmación de que el
general Zacarías Taylor, compró la
victoria a Santa Anna en 4 millones de dólares.
El propio Balbontín dice no exagerar, si
afirma que pasó de 3 000 la pérdida de
hombres por la retirada hasta San Luis Potosí por los desiertos; la mayor parte
desertores.
CAPITULACIÓN DE VERACRUZ Y BATALLA DE CERRO
GORDO.
El 9 de marzo de l848 comenzó a efectuarse el
desembarco y el general Scott estableció su cuartel general a la vista de
Veracruz. El efectivo de los ejércitos norteamericanos, superaba los 13 000
hombres. Las defensas de la plaza sumaban 4 930 hombres, 1 030 de los cuales
correspondían al Castillo de Ulúa. La artillería era insuficiente y las
municiones limitadas. Las hostilidades comenzaron la misma tarde.
El día 10 el enemigo avanzó en columnas bajo el fuego de Veracruz y de Ulúa.
Los días 12 y 13 entraron en la plaza algunos refuerzos y el
13 los Irlandeses desertaron de las filas de Scott y se pasaron a los
defensores de Veracruz.
Scott abrió fuego la tarde del 22, después de
recibir la negativa a su intimidación para que rindiera la plaza.
Constantemente caían bombas sobre el convento
de San Agustín, sobre hospitales de caridad y de sangre, edificios
particulares, algunos de los cuales se incendiaron, igual suerte sufrieron los
hospitales de Belén y Loreto.
El día 23 escasearon los alimentos, sobre
todo la carne y el pan. Las familias permanecieron vigilantes y muchas lo
perdieron todo.
El 24 por la noche Los Cónsules inglés,
francés, español y prusiano, pidieron una tregua para que los naturales
pudieran salir de la plaza, cosa que no fue concedida.
Al amanecer del 25 los Cónsules extranjeros,
de acuerdo con las autoridades de la plaza, se dirigieron en comisión al
campamento norteamericano y solicitaron, otra vez, la salida de ancianos,
mujeres y niños, pero Scott no los recibió y les hizo saber que no dejaría
salir a nadie mientras la plaza no se rindiera.
Se calculaba en el momento en 1000 el número
de muertos y en 5 millones de pesos las pérdidas materiales.
El 26 la junta de guerra se reunió y pidió al
enemigo las bases de una capitulación.
Los comisionados de la plaza y los del
General Scott se reunieron el día 26, pero no llegaron a un acuerdo.
En nueva entrevista el día 27 los
comisionados firmaron la capitulación y sus poderdantes la firmaron el día 28.
Sujetándose a ella fue arriado el pabellón mexicano en Ulúa y en los baluartes
de la plaza y la guarnición salió para el
Llano de los Cocos en donde entregó las
armas.
El ayuntamiento se disolvió, el día 28 después de distribuir
entre las familias pobres los víveres
que quedaban. El general Worth quedó como
Gobernador y mandatario de la plaza.
El general Scott se instaló en Manga de
Clavo. Los oficiales de todas las armas y sus subordinados empeñaron su palabra
de no volver a servir, pues la guarnición había rendido las armas como
prisioneros de guerra.
Esto fue mal recibido por el gobierno de
México y desestimó la capitulación.
Santa Anna dijo en una proclama “ que sus
tropas iban a lavar la deshonra de Veracruz “
Los principales jefes de la Guardia Nacional
publicaron el 4 de abril, un manifiesto en el que tachaban de injusta la
opinión de Santa Anna.
El Boletín de Veracruz en su último número
del día 28 decía“ Al perderse esta ciudad y al abandonarla sus hijos, con los
escombros de sus edificios van a formar los cimientos de una nueva, con su
iglesia cristiana menos rica, pero más nacional, venturosa y respetable que la
que ha negado a sus hijos el auxilio en su mayor agonía; vamos a marcar con los
tizones de los almacenes incendiados y con los calcinados huesos de nuestros
hijos , la raya negra que será el límite donde cumplieran su destino los hombres
de las revoluciones de México” ( No
literal )
Pero la mejor defensa de Veracruz la hizo el general Scott, en el manifiesto que expidió en Jalapa
el 11 de mayo de 1847, después de su victoria en Cerro Gordo: “ Somos testigos
y como parte afectada no se nos tachará de parciales, cuando hemos lamentado
con admiración que el heroico
comportamiento de la guarnición de Veracruz, en la valiente defensa que hizo,
fue infamada por el general que acaba de ser derrotado y puesto en vergonzosa fuga por un número muy
inferior al de las fuerzas que mandaba en Buena Vista: Pero ese general premió
a los pronunciados de México, siendo promovedores de la guerra civil y ultrajó
a los que singularmente acaban de distinguirse resistiendo más allá de lo que
podía esperarse, con una decisión admirable.
Scott se
refiere a lo siguiente: El 2 de abril Santa Anna salió precipitadamente
de México. El 5 llegó a Jalapa y a su hacienda del Encero, eligió como campo de
batalla para su ejército, Cerro Gordo a
6 ó 7 leguas de Jalapa. Don Manuel Robles, comandante de ingenieros, le
manifestó que no era el lugar a propósito para la batalla, Santa Anna rechazó
la opinión, mostrando satisfacción por sus posiciones, alentando a sus 9 000 hombres, con 40 piezas
de artillería.
El 17
llegó el enemigo y el día 18 de abril se abrieron las hostilidades, al
día siguiente en la acción decisiva quedaron derrotadas las tropas de Santa Anna, se retiraron
desordenadamente. Durante algunos días se ignoró hacia donde había huido el general en jefe Santa Anna.
Rigoberto
Castillo Mireles.