jueves, 27 de marzo de 2014

Tamaulipecos Ilustres









Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres
En orden de ingreso los personajes que descansan en la Rotonda son:

General Pedro José Méndez Ortiz (1836-1866)
Militar y héroe de la Guerra de Intervención Francesa. Nació en el rancho San Agustín, Hidalgo, Tamaulipas, el 22 de noviembre de 1836. Al desencadenarse la Guerra de Reforma participó con los liberales al lado del General Juan José de la Garza y durante la Guerra de Intervención Francesa fue actor clave en la resistencia contra la invasión francesa en Tamaulipas. Para 1864 cuando el ejército imperialista se había apoderado de buena parte del territorio tamaulipeco, recuperó las plazas de Tampico, Victoria y Tula para el gobierno liberal. Murió el 23 de enero de 1866 tras salir herido en la Batalla de Tantoyuquita.
General Alberto Carrera Torres (1887-1917)
Profesor, abogado y revolucionario. Nació en Atarjeas, rancho de Bustamante, Tamaulipas, el 23 de abril de 1887. En 1910 se adhirió a la revolución maderista organizando un pequeño cuerpo revolucionario que asaltó y tomó Tula, donde instaló un ayuntamiento que puso bajo las órdenes de Francisco I. Madero. Expidió el 4 de marzo de 1913 una Ley Ejecutiva de Reparto de Tierras, considerada como el primer ordenamiento legal agrario de la república, en la que desconocía a Huerta como presidente. Su lucha no sólo se circunscribió al Cuarto Distrito tamaulipeco sino que su participación fue decisiva  en la toma de plazas como San Luis Potosí. Al surgir la división entre los revolucionarios, se sumó a los convencionalistas y regresó a Tula. En 1916 fue aprehendido por fuerzas carrancistas y trasladado a San Luis Potosí. Fue fusilado en Ciudad Victoria el 16 de febrero de 1917.
Lic. Guadalupe Mainero Juárez (1856-1901)
Abogado y político tamaulipeco. Nació en Matamoros, Tamaulipas el 12 de diciembre de 1856. Estudió en el Colegio de San Juan en Matamoros, donde se tituló abogado y fue catedrático de filosofía, lógica y ética. Se dedicó al periodismo, fue redactor en El Proceso y colaborador de El Bravo y de El Cronista. Sus contemporáneos le aplicaron  el título de “Bayardo de la Prensa”. En la administración estatal fungió como Secretario General, gobernador interino por ministerio de ley, y de 1888 a 1896 se le nombró presidente de la Suprema Corte de Justicia en la administración del ingeniero Alejandro Prieto. De 1896 a 1901 fue gobernador constitucional del Estado de Tamaulipas. Durante su gestión se reorganizó la Hacienda Pública  del Estado y la administración de justicia; se encauzó una política de construcción de caminos para vincular las zonas productivas de la entidad y se aumentó el presupuesto en el área educativa, fundándose diversas escuelas y reorganizándose el Instituto Literario durante su gobierno. Estableció las escuelas de párvulos en la capital del Estado que sirvieron de modelo para la fundación de otros y promovió la celebración del primer congreso pedagógico de Tamaulipas, apoyando reformas al sistema educativo. Murió el 10 de agosto de 1901 siendo gobernador del Estado substituido interinamente por el ex gobernador Alejandro Prieto.
Profesora Estefanía Castañeda Núñez de Cáceres (1872- 1937)
Educadora de Jardines de Niños e iniciadora en México de la instrucción infantil. Nació en Ciudad Victoria, el 8 de octubre de 1872. Estudió en la Secundaria de Señoritas de la Ciudad de México, donde concluyó sus estudios magistrales. En 1896, auspiciada por el gobernador Guadalupe Mainero, fundó en la capital de Tamaulipas una escuela modelo de párvulos siguiendo el método froebeliano. En atención al éxito de esta institución se fundaron jardines similares en las ciudades más importantes de la entidad. Impartió en 1898 cursos prácticos de pedagogía en Ciudad Victoria, y en 1900 se le comisionó para formular un programa a fin de fundar en el Estado una Escuela Normal de Señoritas. Formuló para la Secretaría de Instrucción Pública un proyecto para la organización de los jardines de niños que fue aprobado por el Consejo Nacional de Educación presidido por Justo Sierra. Fue ayudante super-numeraria de escuelas nacionales primarias, formuló reglamentos para exámenes y en 1905 se le designó inspectora de escuelas de párvulos, ingresando en 1906 al Consejo Superior de Educación. Impartió educación en Honduras en 1917, 1918 siendo distinguida por las altas autoridades de ese país. El 22 de febrero de 1937, falleció en la Ciudad de México.
General Servando Canales Molano (1830-1881)
General de División y gobernador. Nació en Camargo, Tamaulipas, el 23 de octubre de 1830. Realizó estudios de francés y latín, suspendiéndolos para incorporarse a las fuerzas nacionales y combatir en la Guerra de Intervención Americana. Participó también en la Rebelión de Ayutla, la Guerra de Reforma y combatió contra la Intervención Francesa. Obtuvo el grado de coronel en la lucha contra los imperialistas, en 1872 el de General de Brigada y en 1877 el de General de División. Ocupó la gubernatura del estado en varias ocasiones: brevemente en agosto de 1866, posteriormente de septiembre de 1870 a junio de 1872, de agosto de 1872 a septiembre de 1874, de junio a septiembre de 1875 y de abril a noviembre de 1876. La actividad legislativa de su gobierno puso en relieve su criterio liberal y progresista.  Las principales reglamentaciones que emitió fueron la Ley de Escuelas y la Constitución Política del Estado de 1871; además organizó el sistema electoral, el funcionamiento de los municipios y las Guardias Nacionales. Murió el 28 de junio de 1881 en Matamoros, Tamaulipas.
Coronel José Bernardo Maximiliano Gutiérrez de Lara (1774-1841)
Se dedicó a oficios de herrería y talabartería. Nació en la villa de Revilla, hoy ciudad Guerrero, Tamaulipas, el 20 de agosto de 1774. En marzo de 1811 Miguel Hidalgo y Costilla, le confirió el grado de Teniente Coronel y el encargo de sublevar con su hermano Antonio, a los pueblos y villas del norte de Tamaulipas contra el virreinato, así como trasladarse a los Estados Unidos de Norteamérica como diplomático del México insurgente para solicitar un empréstito para armas y municiones. En Estados Unidos fue recibido por el Secretario de Estado James Monroe con quien se entrevistó en varias ocasiones, pero rechazó la colaboración del Gobierno de los Estados Unidos debido a las exigencias y pretensiones del mismo. Se distinguió en la lucha insurgente en Texas cuyas operaciones dirigió como jefe militar con habilidad. Al consumarse la independencia la Primera Legislatura Constituyente de Tamaulipas lo designó gobernador del Estado el 25 de marzo. Falleció el 13 de mayo de 1841 en Villa de Santiago, Nuevo León.
Embajadora Amalia González Caballero de Castillo Ledón (1902-1986)
Diplomática y dramaturga. Nació en Santander Jiménez el 18 de agosto de 1898. Tuvo una participación destacada en la vida cultural del país y en la obtención del voto femenino. Representó a México en la Organización de las Naciones Unidas. Fue fundadora de numerosas sociedades de índole cultural y política, presidenta de la Sociedad Mundial de Mujeres con residencia en Buenos Aires, fundadora del Club Internacional de Mujeres y Trabajadores Intelectuales; miembro del Seminario de Cultura Mexicana y como tal, conferencista en diversas ciudades del país. En el año de 1946 recibió la condecoración de Juan Pablo Duarte de la República Dominicana por prominentes servicios prestados a esa República hermana. Desempeñó el cargo de Subsecretaria de Asuntos Culturales de la Secretaria de Educación Pública colaborando en la labor desarrollada  por Jaime Torres Bodet. Fue embajadora de México en Austria y Suecia. Escribió en revistas y numerosos periódicos. Murió en la Ciudad de México el 3 de junio de 1986.
Doctor Norberto Treviño Zapata (1911-1998)
Médico, maestro y político. Nació en H. Matamoros, Tamaulipas, el 28 de noviembre de 1911. Atendió sus estudios profesionales en la Facultad de  Medicina de la UNAM llegando a desempeñarse como Jefe de la Unidad de Gastroenterología del Hospital General de la ciudad de México. Se incorporó poco después al servicio público en puestos administrativos de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y la Secretaria de Educación Pública. 

Fue electo diputado federal por el distrito electoral de Matamoros en 1952-1955, en la Cuadragésima Segunda Legislatura en la que presidió la Cámara de Diputados. De 1957 a 1963, fue gobernador de Tamaulipas. En 1971, fue Director General del Director del Instituto de Protección a la Infancia y embajador en Italia de 1973 a 1976. Como gobernador de Tamaulipas en el periodo de 1957 a 1963 buscó su integración económica y social por lo que apostó por la modernización de Tamaulipas a partir de la apertura de una red de carreteras y caminos vecinales, mejorando la ganadería y la agricultura, y creando diferentes instituciones para elevar la educación y el desarrollo cultural.
Ingeniero Marte Rodolfo Gómez Segura (1896-1973)
Actor clave del agrarismo en Tamaulipas. Agrónomo, político y diplomático tamaulipeco. Nació en Reynosa Tamaulipas, el 4 de julio de 1896. Ingeniero egresado de la Escuela Nacional de Agricultura, fue un gran teórico del agrarismo que contribuyó a llevar un profundo cambio a la estructura agraria posrevolucionaria del Estado, influyendo en la vida política y social del país. 

Su compromiso con la lucha por el reparto de tierras lo llevó a participar junto a Emiliano Zapata y Salvador Alvarado en las comisiones agrarias entre 1914 y 1916. En 1928 el Presidente Emilio Portes Gil lo designó secretario de Agricultura y Fomento y de nuevo ocupó el cargo entre 1940 y 1946 en el gobierno de Manuel Ávila Camacho; de 1933 a 1934 fue secretario de Hacienda. Además, fue electo para los cargos de diputado al Congreso de Tamaulipas, diputado federal de 1927 a 1930 y senador por Tamaulipas de 1930 a 1934. Fue asimismo un incansable impulsor de las artes, un promotor de los artistas y del arte mexicano. Marte R. Gómez fue un hombre consciente de la fuerza social campesina y de los beneficios de la reforma agraria como factor indispensable para la consecución de la tan anhelada justicia social en el país.
Fuente: ITCA






LIC. FIDENCIO TREJO FLORES
La personalidad de los hombres se mide por la conducta desarrollada por ellos en el seno de la familia y de la sociedad, ya sea a través de actos que fortifican y ennoblecen el espíritu y el pensamiento, o bien de actuaciones que en forma negativa pasan por su vida. Es por esto que al tratar de cumplir el encargo que se me ha conferido para esta ocasión, presentando datos relacionados con la vida del insigne tamaulipeco Lic. Fidencio Trejo Flores, cuyo nombre lleva mi madre logia, y sabiendo por adelantado cuál fue la trayectoria de este ilustre hermano, recogido ya por nuestra historia como hijo predilecto de Tamaulipas, no intentaré siquiera aventurar consideraciones sobre su fama, que se ostenta en forma nítida, orgullosa, clara y transparente bajo los cielos de nuestro Estado y de nuestra Patria.
Fidencio Trejo Flores, ejemplo y modelo del hombre que se eleva por su propia fuerza hasta alcanzar alturas inconmensurables, tuvo la virtud de su modestia y la fuerza cívica y moral de los titanes del pensamiento; y con una gallardía incomparable, con un valor a toda prueba, con una entereza envidiable, con un sentido de humanismo conmovedor por su grandeza, pudo sortear situaciones desde la cátedra y la tribuna y desde el ejercicio de su profesión y de la política, que lo colocaron siempre como el hombre sin mácula, capaz de todos los sacrificios en favor de los suyos y rebelde eterno ante el despotismo y el oprobio, hasta el grado de fustigar a los impostores cara a cara como lo hacen los valientes, y sin claudicaciones de ninguna naturaleza. Que hablen de esta verdad que dejo asentada, los apuntes escuetos de su biografía y que pueden servir como norma de conducta ciudadana a todos aquellos que a pesar de la distancia en el pasado, y en los progresos logrados por nuestra revolución social de 1910, se arrodillan aún y tiemblan ante los poderosos, o se venden a través de componendas insospechables al mejor postor, y lo que es peor, en muchos casos, por un simple plato de lentejas.
Por eso, hoy es día propicio para recordar a los que sin egoísmos sembraron para México su virtud, su ideal, su grandeza; hoy recordamos a Fidencio Trejo Flores que como todos los hombres de altas miras del mundo no sembraron para ellos, sino para nosotros. En el duro camino de la lucha dejaron su juventud, su esfuerzo, su vida misma.
Si nosotros recogemos el fruto de aquellos héroes, es nuestro deber exaltar venerar y perpetuar la memoria de los que hicieron posible que el México de ayer sea el México de hoy; el México de siempre, digo esto porque la personalidad del Lic. Fidencio Trejo Flores está íntimamente ligada a la historia de nuestro país y justo es rendir tributo de admiración a una de las figuras más limpias, respetadas y honorables de la historia.
Solía decir el Lic. Trejo Flores la frase de Melchor Ocampo “Me doblo pero no me quiebro” porque así fue su vida y así su trayectoria. Ni el poder cuando lo tuvo, ni el infortunio que las más de las veces lo abatió, lo hicieron apartarse del ideal de su vida.
Ustedes Querido Hermanos apreciarán el contenido de mis palabras expresadas cuando me hagan el honor de seguir la relación de los hechos a través de los cuales trataré de describir la vida de este gran ciudadano tamaulipeco, que da honor y gloria a la Institución Masónica.
Nació en Ciudad Victoria, capital del Estado de Tamaulipas, el 16 de noviembre de 1884, sus padres fueron Don Faustino Trejo y señora Martina Flores de Trejo, familia muy humilde, pero de acrisolada honradez y solvencia moral en todos sentidos. Pasó su niñez y su juventud en esta su tierra natal, habiendo sido niño destacado en sus estudios de enseñanza primaria en la escuela de varones número uno que dirigía el profesor Antonio Villanueva. Más tarde sobresalió en el Instituto Científico Literario del Estado, habiéndosele extendido su título magisterial en 1906 siendo gobernador el coronel Pedro Argüelles, pero actuó como profesor de educación primaria desde 1902.y fue estimadísimo de sus maestros entre quienes figuraron los profesores Epigmenio García, Lauro Aguirre, Matías S. Canales y Juan B. Tijerina.
En la Escuela mantuvo su altura de miras y su talento a todas luces manifiesto, figurando siempre como ejemplar estudiante y con tendencias especiales al desarrollo de la literatura, materia en la que posteriormente destacó como una de las figuras mas brillantes del estado; sobresaliendo en su forma viril, recta y valiente como apuntaba nuestro más grande y notable académico y poeta Don Juan B. Tijerina, de quien el licenciado Trejo fue alumno distinguido al lado de Zeferino Fajardo, Félix Acuña, Enrique de Keratry, Guadalupe Jaramillo y otros valores de Tamaulipas.
Desde su adolescencia caracterizó la personalidad de Fidencio Trejo, una implacable rebeldía contra la opresión y todas las tiranías, a las que combatió en la tribuna y por la prensa en forma enérgica y valiente que lo hizo aparecer como un liberal de gran estatura en el Estado y más allá de nuestras fronteras, hasta la propia capital de la República.
Cuando terminó su carrera de maestro de enseñanza primaria el 5 de septiembre de 1906, un periódico local de aquella época comento el suceso de esta manera: "...este apreciable caballero, bien merecía dedicarse a la noble profesión de maestro, pues ha dado pruebas de abnegación y amor al saber cuando hacía sus estudios en la escuela normal de profesores de esta capital, atravesando por circunstancias nada favorables, y por su carácter reflexivo y juicioso aunado a su talento natural, es una garantía para el éxito de las delicadas labores del educador..." prestó sus relevantes servicios profesionales bajo la dirección del maestro y liberal profesor Zenón Araujo; y buscando horizontes más amplios para el despliegue de sus alas de soñador y gran liberal, abrazó la carrera de jurisprudencia y la terminó brillantemente en el año de 1913, en la primera escuela de esta índole que funcionó en el Estado de Tamaulipas.
Como alumno normalista fue miembro de la sociedad estudiantil "Guadalupe Mainero"; en unión de otras personas fundó una escuela nocturna gratuita para adultos que laboró de 1904 a 1905 y en 1908 fundó una escuela para obreros.
En 1906 ingresó a la sociedad Mutualista Alianza Obrera Progresista a la que perteneció durante toda su vida. En 1907 y 1908 fue miembro de la mutualista "Concordia" de Nuevo Laredo y de la filial "Benito Juárez" de Laredo, Texas.
Siendo estudiante de la Escuela de Jurisprudencia fundó en Ciudad Victoria la Sociedad "Justicia y Ley" y en Tampico perteneció a diversas sociedades y organizaciones mutualistas y culturales. Colaboró en la redacción de la Constitución local de 1920, de efímera vigencia.
Cuajada ya su personalidad dentro de su profesión y con sus claras y firmes inclinaciones liberales y contrario a toda injusticia y todo despotismo, tuvo el valor de fulminar en sus escritos por medio de la prensa a los déspotas de la época porfiriana, sufriendo por ello desaires que le hiciera la sociedad y el gobierno corrompido de aquella época.
Muy joven ingreso en la Institución Masónica cuya organización le ofrecía los más amplios caminos para desarrollar sus ideales de independencia y de libertad, perteneció a las Respetables Logias Simbólicas "Hijos de la Luz" No. 8 de Tampico, Tamaulipas; “Cristo” No. 13 y "Victoria" No. 7 de Ciudad Victoria, Tamaulipas y además, en el año de 1924 ocupó la Gran Maestría de la Muy Respetable Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de Tamaulipas.
Indiscutiblemente que la época más brillante en la vida ciudadana del licenciado Trejo Flores fue la postura definitiva, firme y resuelta al lado de la causa del señor Fco. I. Madero, siendo uno de sus primeros afiliados en Tamaulipas y actuando a favor de los principios revolucionarios a través de la prensa libre especialmente en el periódico "Tamaulipas" que fue uno de los baluartes del Estado en cuanto a ideología liberal y en cuya publicación Trejo Flores puede considerarse como su palanca más fuerte. Al triunfo de la revolución maderista el licenciado Trejo en plena juventud fue electo por sus virtudes cívicas en el año de 1912, Diputado a la XXVI Honorable Legislatura de Tamaulipas, en cuyo honroso sitial lo encontró la abominable traición de Victoriano Huerta, asesino de los mártires Madero y Pino Suárez.
Al dirigirse Huerta a los gobernadores de los Estados y a las Cámaras locales pidiéndoles su reconocimiento, el licenciado Fidencio Trejo Flores después de una brillante cátedra de jurisprudencia, de moral y de justicia que hizo época en los anales políticos del Estado, se negó a reconocer al dictador por cuya actitud y en compañía de sus correligionarios de cámara que lo secundaron en su opinión, Dr. Pedro I. Mireles y Alfonso Guillén, fueron trasladados por orden del usurpador, a la capital de la República y amenazados de muerte en la vieja prisión de Tlaltelolco, desde cuyas inmundas celdas, el licenciado Trejo Flores ratificó ante los esbirros de Huerta su posición de opositor, condenando el asesinato de Madero y Pino Suárez, cuya postura propiamente lo orillaba al paredón en el que Huerta acostumbraba liquidar a sus enemigos políticos.
Al triunfo de la revolución constitucionalista encabezada por Don Venustiano Carranza y sus soldados, a tiempo abrieron al licenciado Trejo Flores las puertas de su prisión e inmediatamente se reintegro a su Estado, siendo recibido en la Capital en medio de una manifestación jubilosa que hasta ahora no ha tenido igual, especialmente por la calidad humana de sus componentes, en donde figuraban hombres, mujeres y niños de todas las clases sociales, especialmente de la clase popular llegando en medio de aquella multitud desde la estación del ferrocarril hasta su humildísimo hogar.
Semejante al gesto anteriormente señalado el licenciado Trejo Flores fue llevado por el partido liberal, en 1918, nuevamente a la Cámara de Diputados al triunfo de Venustiano Carranza; y como quisiera por capricho inexplicable el propio señor Carranza arrebatarle una elección limpia y ganada a buena ley al General Luis Caballero, en cuya cámara figuraba el licenciado Trejo Flores; el mismo liberal entero y rebelde reclamó al gobierno de la República por tratar de imponer en Tamaulipas a un impostor y uniendo la acción a la palabra empuño el arma de soldado para defender la soberanía de Tamaulipas al lado del propio General Caballero; y acompañados de Eugenio López, Ricardo Cortina, Cipriano Guerra Espinosa, Rodrigo Flores Villarreal, Santos Caballero, Pedro Morales y otros, así como los muy destacados intelectuales y amigos de Caballero y Trejo Flores, Lauro Aguirre, Zeferino Fajardo, Lázaro de la Garza y otros muchos.
Terminadas las lides políticas y encauzado el país dentro del orden constitucional, el licenciado Trejo Flores desempeñó puestos de relevancia en el Estado, desde interinatos de gobernador, juez en diversas épocas, consejero de los gobiernos revolucionarios, catedrático de la escuela normal, magistrado del Supremo Tribunal de Justicia y director de su querida escuela normal.
Contrajo matrimonio a los 26 años de edad, el 21 de diciembre de 1910, con la señorita profesora Julia Durán. Sus hijos son: Urania Trejo y Durán, médico dental: señorita profesora Dafne Trejo y Durán; Fidencio Trejo y Durán, mecánico de aviación militar y automovilista. Habiendo enviudado contrajo segundas con la señora María del Socorro Macías, conviviendo con ella hasta su fallecimiento que ocurrió el 23 de febrero de 1952 en la Capital del Estado.
Como vemos, en el transcurso de su fructífera existencia nos encontramos a Fidencio Trejo Flores, el Maestro que enseñaba a sus alumnos de la Escuela Normal el valor civil de los hombres libres, exponiendo siempre que la ciencia y la cultura deben realizarse en función del servicio social.
A Fidencio Trejo Flores, diputado, que en el desempeño de su ejercicio interviene en el Congreso presentando iniciativas tendientes a mejorar la enseñanza y la administración pública. Su pensamiento liberal, consolidado en las Logias, lo expone libremente en la Cátedra y en la tribuna cuando un cambio político y social aleteaba en las entrañas del pueblo y éste encontró en él la voz de sus esperanzas.
A Fidencio Trejo Flores, abogado, cuya acción en la administración de justicia es de pureza y rectitud quijotesca poniendo siempre en práctica la admonición de Don Quijote para el buen Sancho gobernante “que la vara de la justicia se doble bajo el peso de la misericordia, pero nunca bajo el peso de la dádiva”.
Fidencio Trejo Flores luchó durante su vida, con devoción constante para el mantenimiento del imperio de la ley, fue un enamorado de la justicia. Fue leal a sus principios y a la causa a la cual ligó su existencia.
Por esto debemos como hombres libres y de buenas costumbres, Guardar, en lo más íntimo de nuestro ser, el recuerdo de las acciones de los mejores hombres del pueblo y hagamos nuestro el mensaje de gloria y sacrificio haciéndonos dignos de su obra y de su pensamiento.
Recordemos todos, que los hombres mueren, sus ideas perduran y en el campo generoso de la patria germinan una y otra vez como ejemplos, como pautas, como sendas a seguir. La patria es eso, hombres e ideas que germinan en una acción común, hombres que siembran para que mañana el fruto se recoja, eso hizo el Lic. Fidencio Trejo Flores, su vida consistió en sembrar ejemplos, generosidad y civismo, cualidades que nunca pueden ser mejor conmemoradas que hoy; cosecha de la sangre de ayer, del esfuerzo y de los hombres que fueron.
Poe eso debemos recordar siempre que a propuesta de los miembros de la RLS “Victoria” No. 7 contenida en oficio 72 de  de 12 de Marzo de 1952 suscrita por los Queridos Hermanos Lauro Rendón Valdez y José R. Puente se elevo petición para destacar los atributos Cívicos y Políticos de Fidencio Trejo Flores, quien paso a ocupar su columna en el Eterno Oriente el 23 de Febrero de 1952.
El 20 de noviembre de 1954, se da cumplimiento al Decreto  número 273 por el que se declara Ciudadano Distinguido de Tamaulipas al licenciado Fidencio Trejo Flores, y al mismo tiempo se dispuso que su retrato sea, colocado en el salón de sesiones de la propia legislatura, con una placa que dice: "El Ciudadano Licenciado Fidencio Trejo Flores defendió la dignidad y soberanía de Tamaulipas en la histórica sesión del viernes 27 de julio de 1913. Homenaje de gratitud del pueblo de Tamaulipas".
Al realizarse en 1984 el cambio de Recinto Oficial del H. Congreso y a propuesta del Querido Hermano Tito Resendez Treviño, Diputado Local, mediante Decreto No. 114 de 24 de Octubre, se acordó inscribir con letras doradas en el lugar de honor del Recinto Oficial, los nombres de Cesar López de Lara y de Fidencio Trejo Flores.
Asimismo, el 29 del mes de mayo del 2007, En Punto de Acuerdo y a Propuesta de la Fracción Parlamentaria del PRI, se dispone la colocación del retrato del LICENCIADO FIDENCIO TREJO FLORES y una placa alusiva, en el vestíbulo del nuevo Recinto Legislativo del Honorable Congreso del Estado de Tamaulipas, En la Unidad Gubernamental José López Portillo. Efectuándose la Ceremonia el día viernes 12 de octubre del mismo año, a las 12:00 hrs. en el lobby del Palacio Legislativo.
El nuevo Palacio Legislativo que forma parte del Parque Bicentenario construido por el Gobierno de Tamaulipas, fue declarado recinto oficial del Congreso del Estado a partir del 25 de noviembre del 2009 fue inaugurado por el Titular del Poder Ejecutivo de la entidad, Ingeniero Eugenio Hernández Flores, obra que se traduce como un hecho histórico para Tamaulipas.
Esa obra originó que Mediante Decreto Número LX-741 publicado en el Periodico Oficial el 22 de octubre de 2009 quedara establecido que el retrato del licenciado Fidencio Trejo Flores y su placa alusiva y las placas conmemorativas al pleno reconocimiento de los derechos políticos de la mujer mexicana, las vitrinas de vidrio y madera que contienen elementos acerca de la historia Constitucional y Legislativa de nuestro Estado, deberán ser trasladados al referido recinto, sin que a la fecha lo relativo a la fotografía y la placa, se haya dado cumplimiento; por lo que se solicitó al Diputado Heriberto Ruiz Tijerina, sea el conducto para recordar a los integrantes del H Congreso Estatal tal obligatoriedad, mandatada por sus antecesores de la Legislatura LX.
Ni en los momentos más críticos de su vida personal y política, lograron las circunstancias adversas doblegar las convicciones liberales y de alta visión social que predicó y practicó de corazón por toda su vida el gran liberal Fidencio Trejo Flores.
Por esto, por todo esto, esta logia, elevará una petición al Gobierno del Estado de Tamaulipas, para que se acuerde y disponga que los restos del LIC. FIDENCIO TREJO FLORES, sean depositados, con los honores correspondientes, en la Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres, en cualquiera de los días, de entre 16 de noviembre o 23 de febrero, días de nacimiento y muerte, Ya que actualmente sus restos moran en el Panteón Municipal del Cero Morelos
Las necesidades materiales y espirituales de los hombres de este principio de milenio evolucionan con una rapidez nunca vista. Por propia decisión, le corresponde a la masonería ayudar a satisfacerlas, su rol de sociedad de pensamiento, permanece, en medio de todos los cambios de la sociedad profana, tan indispensable a la actual generación como a aquellas que la han precedido. En un mundo moderno que reduce muchas veces las aspiraciones de los individuos a la fatalidad o a una suerte de conformismo desvalorizante, se hace necesario recordar y tomar como guía, ejemplo y norma, la vida, obra y acción de hombres de la talla y estatura moral de FIDENCIO TREJO FLORES, que con fundamento en los principios abrevados en las logias logremos juntos y en armonía la felicidad de los pueblos y sus habitantes.
Manifestamos a ustedes que las ideas, pensamiento y acción de Trejo Flores, son el motor de cada uno de los integrantes de este Respetable Taller, para que honremos la masonería tamaulipeca, la mexicana y la universal.
Es por eso que pido, que en el espacio etéreo en que se encuentre FIDENCIO TREJO FLORES, brille esplendoroso con la eterna luz del GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO.
Miguel García Mejía
Colegio Coordinador